Preguntas frecuentes sobre problemas visuales

Esto debe venir indicado por el propio pediatra, pero normalmente la primera revisión de la vista debe tener lugar en torno a los 3 años. Es preciso que el niño sea valorado por un oculista, para poder valorar el caso y atajar posibles enfermedades que afecten a la salud de los ojos. En caso de un posible defecto, es importante corregirlo a estas edades tempranas para lograr una corrección completa, como en casos muy habituales como el ojo vago, que es más difícil tratar una vez han pasado los 5 años.

El dolor de cabeza puede ser un síntoma de muchas de las enfermedades que afectan a la salud visual. Por ello, es necesario que, cuando se presentan cefaleas continuadas y que no persisten, te pongas en contacto con un especialista. Es recomendable realizarse una revisión de la vista para descartar posibles problemas.

Sí, la graduación se puede ir modificando a lo largo de la vida de cada persona, siempre teniendo en cuenta la base inicial. Los cambios son más habituales en las primeras edades de crecimiento, manteniéndose a lo largo de la adolescencia. La estabilidad de la graduación suele encontrarse entre los 25 hasta los 40 años, momento en el cual comienza a aparecer la vista cansada.

Por supuesto, este tipo de problemas se pueden solucionar con un correcto tratamiento antirreflectante, aplicado en muchas gafas graduadas en la actualidad. De esta forma, se evitan los halos de luz y reflejos indeseados, tanto a nivel estético como funcional, logrando una imagen clara y sin dificultades.

Hay aspectos que se deben tener en cuenta tanto en usuarios que usan gafas como aquellos que no las necesitan. Esto es la correcta adecuación del entorno laboral, como el cuidado de la climatización, la correcta iluminación del lugar, inclinación apropiada de la pantalla... Además, es muy recomendable contar con gafas antirreflectantes, con las cuales minimizar el brillo y reflejos. Por otro lado, también hay tratamientos específicos para proteger la vista del brillo o cansancio que puede provocar una exposición constante a la pantalla del ordenador.

En Óptica Barraña, te asesoramos para que consigas aquello que necesitas para tu comodidad y protección de tu visión. Te ofrecemos diferentes alternativas, tales como estos cristales de protección frente a la pantalla, asesorándote sobre diferentes precios y alternativas para que logres la mejor combinación de calidad-precio.

Principalmente, lo que debemos mantener es que nunca se deben limpiar en seco. A la hora de limpiarlas es preferible utilizar productos específicos o agua. Una vez mojada la zona, se debe secar con un paño suave. Otra alternativa son las toallitas desechables. No dudes en consultar alternativas en nuestra óptica en Boiro.

Las gafas de sol, al igual que otros productos pensados para la salud de la visión, deben estar adaptadas a cada usuario y protección de sus ojos, de manera que no se ponga en riesgo la salud visual. Este producto se adapta dependiendo de las características de la visión y los aspectos que se deban tomar en cuenta para la salud de la vista, personalizándose a cada usuario.

Otro aspecto de suma importancia es la transmitancia, referente al porcentaje de luz que pasa por el filtro. Un cristal con poca transmitancia consigue una mayor dilatación de la pupila, lo que expone más el ojo. Por este motivo, se recomienda comprar las gafas de sol en una óptica especializada, con el asesoramiento de especialistas, como los que ponemos a tu disposición en Óptica Barraña.

El ojo es un órgano sensible, motivo por el que se debe extremar su cuidado, sobre todo frente al sol. Tenemos que proteger nuestra vista de ataques invisibles, como son los rayos UVA y UVB, aquellos que no detienen los cristales de las gafas comercializadas en puntos de ventas no regulados por profesionales.

Los cristales fotocromáticos son aquellos que se oscurecen dependiendo de la cantidad de luz y radiación UV a la que se exponen. Están disponibles en diferentes opciones, pudiendo adquirirse en cristal orgánico tradicional, policarbonato y mineral. De esta manera, se consiguen unas gafas graduadas para poder usar en cualquier espacio, tanto en interiores como al aire libre, como si se tratase de una gafa de sol convencional.

La principal diferencia reside en su composición y fabricación. En el primer caso, las gafas de cristal orgánico están compuestas principalmente por un material plástico, lo cual las vuelve en una alternativa más ligera, aunque están más expuestas a arañazos y otros deterioros. Por otro lado, los cristales minerales son más resistentes.

No existen cristales resistentes a los arañados de por sí, pero sí hay alternativas en capas anti rayaduras, lo cual hace que el cristal de las gafas soporte más los deterioros. Muchos de los cristales que se comercializan a día de hoy cuentan con este tipo de tratamiento. En Óptica Braña te presentamos esta alternativa para alargar la vida útil de los cristales de tus gafas.

Se trata de un tratamiento para cristales que tiene como fin crear una barrera ultravioleta con la cual se pueda proteger adecuadamente nuestra vista. La exposición prologada a este tipo de radiación puede llegar a provocar cataratas, algo fácilmente evitable con las gafas adecuadas.

Se trata de un tratamiento que mejora no solo el acabado del cristal, sino también la visión a través del mismo. Lo que consigue esto es una disminución de los reflejos de luz, consiguiendo así una vista más clara y nítida. Un tratamiento muy efectivo en múltiples actividades, como la conducción. Por otro lado, esto garantiza la correcta visión, incluso en condiciones en las que puede estar expuesto a una reflexión de luz directa.

Los cristales de alto índice, los asféricos y los de cristales de policarbonato.

Son aquellos que se fabrican con el fin de conseguir una corrección de los problemas de refracción. Se consigue, además, una lente mucho más fina y estética, al mismo tiempo que mantiene la misma funcionalidad que otros cristales tradicionales.

Esta clase de cristales se encargan de la corrección de las diferentes distorsiones. Estos cristales proporcionan una visión mucho más nítida. Disponen de un grosor mucho menor que las alternativas convencionales, de manera que consigue una mayor naturalidad y comodidad para el usuario. Los usuarios que padecen de miopía o hipermetropía logran así grandes beneficios y un mayor confort.

Mediante estos cristales se puede lograr un enfoque de diferentes distancias, por medio del uso de la misma lente. Para ello, el cristal muestra dos zonas diferenciadas para las graduaciones y está pensado principalmente para las personas con problemas de vista cansada. A nivel estético, estas lentes cuentan con una fina línea de división.

Los cristales multifocales acaban con esas líneas divisorias presentes en los cristales bifocales. Consiguen una transición suave desde las diferentes graduaciones, pensados para la corrección de vista de cerca y la otra graduación, tocando campos intermedios. De esta manera, puedes conseguir una mejor apreciación de objetos lejanos y próximos. Un tipo de cristal que requiere cierta adecuación y acomodación del usuario. Para más información, no dudes en contactar con nuestros especialistas.

Los cristales de policarbonato resultan mucho más finos que los tradicionales. Junto con ello, se consigue una mayor protección ultravioleta, además de conseguir una mayor protección frente a daños y arañazos. Muy útiles para niños o caso de necesitar gafas sumamente resistentes, por condiciones laborales o empleo constante.